Demencia Vascular

Venas y arterias cerebrales

La demencia vascular, la segunda forma más común de demencia en adultos mayores después de la enfermedad de Alzheimer, y el deterioro cognitivo vascular (VCI, por sus siglas en inglés). Son el resultado de lesiones en los vasos  sanguíneos que suministran sangre al cerebro, y con frecuencia aparecen después de un infarto cerebral (isquémico o hemorrágico) o una serie de accidentes cerebrovasculares. Los síntomas de la demencia vascular pueden ser similares a los de la enfermedad de Alzheimer, y ambas condiciones pueden ocurrir al mismo tiempo (una condición llamada "demencia mixta"). Los síntomas de demencia vascular y VCI pueden comenzar repentinamente y empeorar o mejorar con el tiempo.

El deterioro cognitivo vascular, una de las formas más comunes de demencia, puede prevenirse.

Una mujer de 70 años comenzó de repente con pérdida de la sensibilidad del lado izquierdo. Su cara y su brazo se adormecieron ese lenguaje se tornó torpe. Fue internada en emergencias Tiempo es de varios exámenes de laboratorio y de imágenes, le diagnostican un derrame cerebral como consecuencia de la ruptura de un aneurisma que tenía en una sola cercana a los centros cerebrales relacionados con la memoria. En el interrogatorio se conoció que la paciente tenía antecedentes de hipertensión arterial, fumaba, tenía aumentados los colesteroles y los triglicéridos. Con el paso de los años a la paciente le continuaron sucediendo otros eventos isquémicos transitorios, es decir varios Micro derrames o micro infartos cerebrales. Posteriormente comenzó a presentar alteraciones en las historias que contaba, mezclaba sucesos del pasado como algunos del presente sigo sentido lógico, olvidaba situaciones recientes, algunos días estaba bien y otros parecía muy perdida. Fue una mujer intelectual muy reconocida, (ver la película siempre Alice).

A esta paciente que tome como ejemplo se le diagnosticó deterioro cognitivo vascular que posteriormente evolucionó a una demencia vascular muy similar a los síntomas de la enfermedad de Alzheimer. Sin embargo, en éste tipo de paciente, las enfermedades que padecía son controlables y prevenibles.

La demencia vascular es una disminución en las habilidades de pensamiento causadas por la enfermedad cerebrovascular, una condición en la cual los vasos sanguíneos en el cerebro se dañan y el tejido cerebral se lesiona, privando a las células cerebrales de oxígeno y nutrientes vitales.

En la demencia vascular, los cambios en las habilidades cognitivas a veces ocurren repentinamente después de accidentes cerebrovasculares que bloquean los principales vasos sanguíneos del cerebro. Los problemas cognitivos también pueden comenzar como cambios leves que empeoran gradualmente como resultado de múltiples accidentes cerebrovasculares u otras afecciones que afectan a los vasos sanguíneos más pequeños, lo que lleva a un daño acumulado. Un número creciente de expertos prefieren el término "deterioro cognitivo vascular (VCI)" a "demencia vascular" porque creen que expresa mejor el concepto de que los cambios cognitivos vasculares.

Los cambios vasculares que comienzan en áreas del cerebro que juegan un papel clave en el almacenamiento y la recuperación de la información pueden causar una pérdida de memoria que se parece mucho a la enfermedad de Alzheimer.

Síntomas

Los síntomas de la demencia vascular pueden variar ampliamente, dependiendo de la gravedad del daño de los vasos sanguíneos y de la parte del cerebro afectada. La pérdida de memoria puede o no ser un síntoma importante dependiendo de las áreas específicas del cerebro donde se reduce el flujo sanguíneo.

Los síntomas pueden ser más evidentes cuando ocurren poco después de un derrame cerebral importante. Los cambios repentinos en el pensamiento y la percepción después del accidente cerebrovascular pueden incluir:

  • Confusión.
  • Desorientación.
  • Dificultad para hablar o entender el habla.
  • Pérdida de la visión.

Diagnóstico

Debido a que el deterioro cognitivo vascular a menudo puede pasar desapercibido, muchos expertos recomiendan la evaluación profesional con pruebas breves para evaluar la memoria, el pensamiento y el razonamiento de todas las personas consideradas en alto riesgo de este trastorno. Los individuos con mayor riesgo incluyen aquellos que han tenido un accidente cerebrovascular o un ataque isquémico transitorio (TIA, también conocido como "golpe de estado"). Los grupos adicionales de alto riesgo incluyen aquellos con presión arterial alta, colesterol alto u otros factores de riesgo para enfermedades del corazón o de los vasos sanguíneos.

La detección de la depresión también se recomienda para grupos de alto riesgo. La depresión comúnmente coexiste con la enfermedad vascular cerebral y puede contribuir a los síntomas cognitivos.

Si las pruebas de detección breves sugieren cambios cognitivos o en el razonamiento, se puede requerir una evaluación más detallada. Los elementos centrales en el diagnóstico para la demencia vascular incluyen típicamente:

  • Un historial médico completo, incluyendo antecedentes familiares de demencia.
  • Evaluación de la función independiente y actividades diarias.
  • Entrada de un familiar o amigo de confianza.
  • Examen neurológico en el consultorio que evalúa la función de los nervios y reflejos, el movimiento, la coordinación, el equilibrio y los sentidos.
  • Pruebas de laboratorio que incluyen análisis de sangre e imágenes del cerebro.

En la actualidad los estudios de neuro-imagen tanto estructural como funcional corroboran el diagnóstico de daño vascular cerebral, Observándose desde lesiones aisladas puntiformes aisladas, múltiples infartos cerebrales, derrame cerebral o confluencia de varios infartos (leucoaraiosis).

Riesgos

Al igual que con la enfermedad de Alzheimer, la edad avanzada es un factor de riesgo importante para el deterioro cognitivo vascular o la demencia.

Los factores de riesgo adicionales son los mismos que aumentan el riesgo de problemas cardíacos, derrames cerebrales y otras enfermedades que afectan los vasos sanguíneos. Muchos de estos factores vasculares también aumentan el riesgo de Alzheimer. Las siguientes estrategias pueden reducir su riesgo de enfermedades que afectan su corazón y vasos sanguíneos, y también pueden ayudar a proteger su cerebro:

  • No fumes
  • Mantenga su presión arterial, colesterol y azúcar en la sangre dentro de los límites recomendados.
  • Coma una dieta sana y equilibrada.
  • Realice ejercicios periódicamente.
  • Mantener un peso saludable.
  • Limitar el consumo de alcohol.

Tratamiento

La Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) no ha aprobado ningún medicamento específicamente para tratar los síntomas de la demencia vascular, pero existe cierta evidencia de ensayos clínicos de que ciertos medicamentos aprobados para tratar la enfermedad de Alzheimer también pueden ofrecer un beneficio modesto en personas diagnosticadas con demencia vascular.

Controlar los factores de riesgo que pueden aumentar la probabilidad de daño adicional a los vasos sanguíneos del cerebro es una estrategia de tratamiento importante. Existe evidencia sustancial de que el tratamiento de los factores de riesgo puede mejorar los resultados y ayudar a posponer o prevenir un mayor deterioro.

Las personas deben trabajar con sus médicos para desarrollar el mejor plan de tratamiento para sus síntomas y circunstancias.

Al igual que otros tipos de demencia, la demencia vascular acorta la vida útil. Algunos datos sugieren que aquellos que desarrollan demencia después de un accidente cerebrovascular sobreviven en promedio tres años. Al igual que con otros síntomas de accidente cerebrovascular, los cambios cognitivos a veces pueden mejorar durante la recuperación y la rehabilitación de la fase aguda de un accidente cerebrovascular a medida que el cerebro genera nuevos vasos sanguíneos y las células cerebrales fuera de la región dañada asumen nuevos roles.